Ibagué - Colombia

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El día más difícil.
Quería levantarme muy temprano para tratar de llegar a Bogotá, pero me desperté y estaba lloviendo así que me quedé en la cama, dudé de salir con esa lluvia o quedarme un día más en Cali.
Henry se levantó y yo seguía sin saber que hacer, él quería que me quede, pero a eso de las 10 decidí salir esperando que la lluvia termine más adelante, o andar despacio hasta donde llegue para adelantar camino.
A partir de allí el camino sube casi 4000 metros en menos de 50km, llovía mucho y manejaba dentro de las nubes, la niebla cubría todo y no se veía a más de 30 metros.
Al poco tiempo de andar mis guantes impermeables eran una sopa, después de casi una hora mis botas también empezaron a filtrar y se llenaron de agua fría, por último cedieron mis pantalones, lo único que aguantó bastante bien fué mi chaqueta aunque por los puños entró algo de agua.
Estaba cada vez más alto y cada vez más frío, había muchos camiones y todos subían a 10km/h, imposible pasarlos en curvas cerradísimas y sin visibilidad, las pequñas caídas de agua se transformaron en cataratas que caían sobre mí cuando pasaba, o corrían como un río barroso y patinoso sobre la ruta; las empresas madereras tiraban los árboles desde la ladera directamente sobre el asfalto y encontraba ramas desparramadas en mi camino, y un cartel que decía "cuidado, caída de árboles" y con sus tractores llenaban de barro rojo y arcilloso la ruta. La pendiente era empinadísima y yo me preguntaba cuando terminaba eso, mis manos me dolían de tanto freno y embrague; a veces aparte de la niebla la selva cubría como un techo y se hacía de noche, y no había forma de parar porque el camino era angosto, estaba lleno de camiones, y no había banquina, ni siquiera fué posible sacar fotos.
Yo me lo tomé con muchísima paciencia, no estaba nervioso, sabía que debía ser extremadamente cuidadoso y seguir avanzando despacio, tampoco había la posibilidad de dar la vuelta, a algún lado iba a llegar, y lo que me sobra es tiempo, pero tardé dos horas en esos 60km.
Al fin, en un vuelta del camino la ladera me quedó del otro lado y supuse que pasé la cima, y de allí empecé a bajar, apareció una claridad y al fin dejó de llover.
Seguí manejando hasta eso de las 17:30, y siguiendo las recomendaciones de no viajar de noche en Colombia, me faltaban 200km y me habían dicho que no los podía hacer en menos de 4 horas; divisé una ciudad que parecía importante y decidí hacer noche, se llama Ibagué y nunca había escuchado de ella.
Me las arreglé para llegar al centro y conseguí un hotel con habitaciones muy grandes y cómodas, TV y agua caliente! por 12 u$s, me dí una ducha, me fuí a pasear por la peatonal que parece el barrio de Once por sus ofertas y ajetreo, saqué alguna foto en la plaza Bolívar, pasé por un cyber, y decidí comerme una pizza para tratar de recuperar algo del peso perdido en el viaje.
A la vuelta la peatonal había cambiado como pasa en calle Florida de noche, se había llenado de pordioseros revisando la basura y vagos de mal aspecto.
Estaba muy cansado y a las 9pm ya estaba en la cama.

Note: Sorry, there is no translation of the stories.



Pablo Gonzalez
Argentina - sábado, 17 de julio de 2010

Freddie amigo, la verdad que las pasaste para manejar asi... pero despues sino que le vas a contar a tus nietos..jaja

Abrazos amigo...

Marcelo Fornaso
Argentina - sábado, 17 de julio de 2010

Esa es la actitud: Tranquilo, despacio, con mucho cuidado. Piano, piano... decía abuelito.
Estás flaco, yo sigo engordando.
Suerte y cuidate.

Horacio Portela
Argentina - sábado, 17 de julio de 2010

¿Y que te preocupa hacer 60Km en 2 horas?... si total no tenés apuro!!!

Me recuerda a cuando Petru contaba que lo agarró la nieve y tardó una barbaridad en cruzar a Chile... bahhh a todos nos ha pasado eso de viajar a 20KmH en algún lugar...

Adelante!

Pablo
Argentina - domingo, 18 de julio de 2010

Freddie: alguien una vez me dijo: una vez que te subís a la moto, ya estás donde querías llegar.... No hay apuro!!!! A seguir disfrutando!!!!
Fuerte abrazo,





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